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La ansiedad, la depresión, el cansancio extremo, el sentimiento de injusticia... Son algunas de las consecuencias psicológicas y físicas de un trabajo precario, que afectan al 80% de los jóvenes inmersos en dichas circunstanias.

 

La psicologa la Marta Corral, en una entrevista realizada para Eitb, aseguraba que las personas con empleos precarios tienen una salud mental peor que las desempleadas. Esto se debe a que, cuando una persona no tiene empleo, es algo que no puede cambiar por si misma. No obstante, en un empleo precario, los trabajadores padecen un miedo constante a perder lo poco que tienen. 

 

Este tipo de trabajos impiden que las personas puedan crecer o desarrollarse, y la autoestima se ve menguada pues no son valorados. 

Estragos físicos y mentales

EmpleoPrecario.com